Cáritas Diocesana de Madrid atenderá a todos los afectados por el COVID-19


La curva de emergencia social comenzó a crecer casi en paralelo a la de emergencia sanitaria. Cuando Cáritas Diocesana de Madrid reveló, el 23 de abril, que las solicitudes de ayuda se habían triplicado con el coronavirus y que en su gran mayoría eran para cubrir las necesidades primarias de alimentación no hacía sino poner sobre papel una realidad que las parroquias de Madrid habían detectado casi desde el día mismo en que se decretó el Estado de Alarma.

Muchas se han enfrentado a esta nueva realidad social con menos voluntarios, ya que eran personas de riesgo, y con menos recursos debido a las propias dificultades de abastecimiento ocasionadas por el confinamiento. Pero a su vez, con mayores dosis de creatividad para poner en marcha campañas de recogida de donativos y de alimentos entre los feligreses y materializar más que nunca la obra de misericordia "dar de comer al hambriento".

Gracias a las aportaciones alimentarias que están realizando particulares al Banco de Alimentos de Madrid, así como los donativos para la compra de alimentos de primera necesidad, está haciendo posible que numerosas familias puedan ser socorridas por Cáritas Madrid y no pasen necesidad.