Alrededor de medio millón de personas en Europa son apátridas, muchos de ellos niños, y se necesitan medidas urgentes para que ningún pequeño nazca, o permanezca sin nacionalidad, expresaron la Agencia de la ONU para los Refugiados y UNICEF en un comunicado conjunto.
A medida que ha aumentado el número de niños solicitantes de asilo desde 2010, también ha incrementado el número de menores identificados como apátridas. En 2017, alrededor de 2100 menores se registraron como tal, una cifra cuatro veces mayor en comparación con 2010.
Los niños sin nacionalidad tienen acceso limitado a los derechos y servicios básicos como la educación y la atención médica, y pueden enfrentar la discriminación de por vida. La falta de documentos oficiales puede ponerlos además en mayor riesgo de sufrir violencia, abuso y trata, y poner a ellos y a sus familias en riesgo de ser arrestados y detenidos.